Los cambios de hábitos en la sociedad no exceden a la industria vitivinícola nacional que aggiornó su producción para cumplir con la demanda de los consumidores. Tres etiquetas de calidad y con base en el cuidado ambiental.
En los últimos tiempos parte de la sociedad ha protagonizado un cambio en su estilo de vida. Hay una mayor conciencia hacia el medio ambiente que lo rodea, ya sea desde el proteccionismo animal y el veganismo, o la simple apuesta a la fomentación de productos orgánicos que protejan el entorno y garanticen la ausencia de fitosanitarios en los procesos de producción de alimentos.
La industria vitivinícola nacional no está exenta de la ola orgánica a nivel mundial. Claro está, desde hace varios años ya, apuntalado en el boom que protagonizó el malbec mendocino de la mano del enólogo francés Michell Rolland, el vino argentino comenzó a mirar a Europa y Estados Unidos para convertirse un habitúe de las góndolas internacionales.
En ese sentido, las principales bodegas tuvieron la necesidad de aggiornarse a los nuevos tiempos y tener una oferta amigable con el ambiente para satisfacer el gusto de todos los consumidores. Así, nacieron etiquetas de sobrada calidad, con base en el cuidado ambiental y la no utilización de pesticidas químicos, herbicidas, ni fertilizantes en la vid.
Por caso, Catena Zapata, una de las firmas de mayor renombre y que lleva dos años con etiquetas valoradas en 100 puntos por Robert Parker y James Suckling, tiene en la línea “Animal” sus vinos orgánicos. Tintos, y desde 2017 también blancos, se destacan por la elegancia y el equilibrio logrado entre los tanques de acero y las barricas de roble francés para presentar en copa un vino aromático, redondo en boca y que revive los sabores de la madera, como la vainilla, en su paso por el paladar.
Con capitales estadounidenses y viñedos esparcidos entre Argentina y Chile, Kaiken, es otra de las bodegas que apuesta a la producción de orgánicos en territorio mendocino. Una de las etiquetas insignia, “Ultra”, es producto de vides sin agregados de químicos en Luján de Cuyo que tienen como impronta, a lo largo de las cepas, la intensidad y la robustez.
Una de las pioneras en el mercado orgánico es Domaine Bousquet. Todos los productos de la bodega del Valle de Uco evitan el uso de fitosanitarios en el proceso con base a la producción vitivinícola francesa, donde la vid no puede recibir ningún tipo de alteración, ni agregado más que los que brinda el clima. Uno de los pocos blends orgánicos del mercado pertenece a DB, “Gaia”, compuesto por uvas de Malbec, Syrah y Cabernet Sauvignon. Un vino moderno, con menor presencia de madera y con predominancia de la fruta, amigable a paladares jóvenes pero sin perder la intensidad.